El Subfusil De ETA Que Fabricó Israel
- La exposición se llama La victoria de la libertad: la Policía Nacional contra el terrorismo
- Las armas con las que el terrorismo quiso matar lucen ahora en un puñado de vitrinas
La vitrina en la que se expone el rifle con el que ETA planeó matar al Rey Juan Carlos. PATXI CORRAL
BilbaoActualizado: 23/11/2014 11:29 horas
La historia de la derrota del terrorismo son también las armas creadas para asesinar que ahora lucen junto a un cartel explicativo en una vitrina de cristal.
El rifle con el que ETA quiso matar al Rey Juan Carlos en agosto de 1995 cuando el monarca surcaba las aguas de Mallorca a borde de su yate Fortuna. El lanzagranadas con el que en julio de 1986 sembró el pánico al atentar contra la sede del Ministerio de Defensa en el Paseo de la Castellana de Madrid. El subfusil con el anagrama de la banda que, a pesar de la simpatías de la izquierda abertzale hacia Palestina, fabricaba Israel. Los explosivos con los que ETA, los Grapo, los yihadistas, quisieron segar vidas y lo hicieron. Un puñado de ellas se exponen estos días en el segundo piso de la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia, que abre sus puertas tras décadas de amenaza incesante para homenajear a los 186 policías nacionales muertos en atentados terroristas.
Un centenar con un tiro por la espalda, 25 por ametrallamiento sorpresivo. Muchos de ellos estaban fuera de servicio. Fallecieron por el impacto de pistolas, revólveres, subfusiles -también lanzagranadas- que los terroristas compraban en el mercado negro, robaban de depósitos legales o arrebataban a su propia víctima. ETA utilizó sobre todo el subfusil inglés STEN, el francés MAT y el subfusil UZI, de fabricación israelí. Cada comando solía tener una de estas armas. Las tres pueden verse en la exposición. La tercera lleva troquelado la serpiente y el hacha y el lema Bietan jarrai. La organización añadía piezas propias a un arma que lleva la firma de Israel Military Industries (IMI), una compañía de producción de armas para la defensa de este país.
Otro subfusil se llama Sterling y es el que la Policía encontró en el piso de Leganés (Madrid) donde se suicidaron los terroristas del 11-M. De fabricación inglesa, empezó a moverse tras la Segunda Guerra Mundial como dotación oficial del Ejército británico y ahora se mueve fácilmente en el mercado ilegal.
Otro medio centenar de los policías fallecidos murieron por detonaciones de artefactos explosivos, los coches bomba cuyos efectos están grabados en la memoria de muchos. Llegan en los 80, cuenta la muestra. Las organizaciones terroristas, especialmente ETA, los han utilizado en más de una treintena de ocasiones para atacar a la Policía. ¿Cómo? Robaban un vehículo, le cambiaban las placas de matrícula por otras de un coche similar, los militantes especialmente adiestrados lo cargaban de explosivo y grandes cantidades de metralla, normalmente tornillos y tuercas que colocaban en ollas a presión como las que hay en muchos armarios de cocina. Estacionaban el vehículo en el lugar elegido y activaban la detonación a través de un temporizador, un artefacto antimovimiento tipo lapa, por radiocontrol... Algunos parecen simples artilugios que podrían hacerse en casa. Era el factor sorpresa: el terrorista se jugaba poco y la víctima volaba por los aires.
La pequeña exposición se llama La victoria de la libertad: la Policía Nacional contra el terrorismo, y no sólo repasa el trabajo de este Cuerpo en un campo en el que empezó sin apenas medios ni colaboración internacional -el apoyo de Francia llegó a finales de los años 80- hasta convertirse, según se explica, en una de las policías «mejor preparadas y más eficaces» en el combate y la prevención de este crimen que busca aniquilar la paz social. La muestra reserva un espacio para las víctimas con uniforme, con placa. Todas, con nombres y apellidos, con sus ocupaciones, con sus fotografías, van pasando de una en una en una pantalla. La sucesión de tantas vidas apagadas estremece. Algunas de ellas hablan en un vídeo. Cuentan el dolor de la pérdida, los hijos que crecen sin su padre... Muchas familias humildes que se vieron rotas por la mitad. Los que pueden contarlo quedaron muy tocados. Se repite la depresión, el miedo a subirse a un ascensor, la imposibilidad de mantenerse de pie durante más de siete u ocho minutos. Es la historia de las pérdidas que nunca cabrán en una vitrina.
'La victoria de la libertad: la Policía Naiconal contra el terrorismo'
Qué. La exposición 'La victoria de la libertad: la Policía Naiconal contra el terrorismo' muestra las armas con las que los grupos terroristas intentaron asesinar, la actuación de la Policía Nacional contra ellos y las víctimas que han dejado en el Cuerpo. Dónde. En la Subdelegación del Gobierno en Bilbao, en la Plaza Moyúa número 5, hasta el próximo 30 de noviembre,de 11.00 a 20.00 horas.
186 vidas perdidas
Los asesinados (1968-2009) Fueron 186 los muertos que en muchos casos ayudaron a salvar vidas. Cuatro de cada diez tenían menos de 30 años. Dejaron huérfanos a 222 niños. También decenas de policías nacionales quedaron heridos. Melitón Manzanas (2-08-1968) Nacido en San Sebastián en 1909, era jefe de la brigada de Investigación Social. Acusado de torturador en la dictadura, fue el primer agente asesinado por ETA, en la puerta de su casa, frente a su mujer. Eduardo Puelles (19-06-2009) Fue el último asesinado. Nacido en Barakaldo en 1960, era jefe de grupo de la Brigada de Información de Bilbao. Sus hijos cuentan que su madre «no levanta cabeza», «es otra persona».
http://www.elmundo.es/pais-vasco/2014/11/23/5471b515e2704ee33a8b4571.html
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