Guerrillas dicen que chuzadas pueden dañar intentos de paz
En un comunicado conjunto las Farc y el Eln expresan su preocupación por las tareas de inteligencia realizadas por las Fuerzas Militares.
Por: Elespectador.com
Los comandantes guerrilleros, Nicolás Rodríguez, del Eln, y Timoleón Jiménez, de las Farc, dieron a conocer este martes un comunicado conjunto en el que afirman que en su larga experiencia de “contactos y entrevistas” con representantes del Estado para realizar acciones humanitarias o diálogos de paz enseñan que son utilizadas para adelantar tareas de inteligencia que han conducido al fracaso de las aproximaciones.
Los comandantes insurgentes se refirieron a las labores de inteligencias denunciadas por la Revista Semana en días pasados. Denuncias que llevaron a que el Ministro de Defensa y el comandante del Ejército fueran citados al Congreso de la República para rendir cuentas. Citación que se cumplirá este miércoles en sesión reservada.
De igual manera, los jefes guerrilleros recordaron una serie de eventos relacionados con labores de inteligencia adelantados en su contra al tiempo que se entablaban procesos exploratorios u operaciones humanitarias.
El documento reseña la Operación Bolívar, adelantada en marzo de 2001 contra el Eln mientras se adelantaba un proceso de diálogos exploratorios. El comunicado afirma que “con grandes desembarcos de tropas, justo en el área de seguridad elegida para dichos encuentros, cuando se realizaba incluso una reunión en la que participaban además del comisionado de paz Camilo Gómez, embajadores de varios países amigos”.
También sostuvieron que fue a partir de una serie de operaciones de liberaciones unilaterales realizadas por las Farc que las centrales de inteligencia norteamericana y del Ejército Nacional acumularon información que permitió la operación “Jaque” que, señala el documento, se logró gracias al “empleo de la perfidia de utilizar emblemas de la Cruz Roja Internacional, entre otros”.
Sobre el escándalo de las presuntas interceptaciones adelantadas desde el barrio Galerias de Bogotá contra figuras políticas, periodistas que cubren el proceso de paz y miembros de las delegaciones en La Habana, los comandantes guerrilleros expresaron que “el seguimiento, la persecución y puesta en mira de dirigentes de la oposición política y de los propios voceros gubernamentales en la Mesa de Conversaciones de La Habana reúnen todos los ingredientes, incluida la presencia de la CIA, para concluir que desde oficinas del Estado se preparan operaciones contra la consecución de la paz y la democratización del país”.
Y concluye el documento: “Por encima del mal disimulado desprecio por la insurgencia que se trasluce en diversas declaraciones y entrevistas oficiales, la paz y la reconciliación son bienes invalorables para el pueblo de Colombia, que pueden echarse a perder torpemente si no se apartan definitivamente de sus gestiones las acciones de inteligencia militar y policial. Con mucha más razón si, como se desprende de las primeras excusas públicas, estas operaciones encubiertas resultan achacadas a ruedas sueltas que operan a la sombra de la institucionalidad. ¿Paramilitarismo oficial?”
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